Hoy estoy un poco nerviosa, ya que estoy posteando mi primera receta de cocina. Se trata de una receta de galletas de avena bajas en calorías y con alto contenido en fibra perfectas para comenzar el día con un desayuno saludable.
Desayunos con alto contenido en fibra y bajo en azúcar: Galletas de Avena y Semillas
La verdad es que, aunque no tiene nada que ver con mi profesión, me encanta cocinar y leo un montón sobre nutrición. Así que hace unos días andaba buscando una alternativa saludable para el desayuno que no me diera una pereza brutal. Quiero decir, que por ejemplo, sé que desayunar muesli sin azúcar es muy nutritivo y sano, pero vamos, es una cosa que NUNCA me apetece. Yo creía que le hacía un favor a mi tránsito intestinal desayunando una tostada de pan integral cada mañana pero el otro día leí con cierto estupor que una rebanada de pan integral apenas aporta 2 gramos de fibra de los 30 que necesitamos diariamente.
Así que pensé que tenía que cambiar mis hábitos de desayuno rápidamente. y encontré algunas recetas para hacer galletas de avena caseras. No encontré una, ni dos recetas. Encontré muchas, así que cogí lo que más me gustó de cada una y me puse manos a la obra. Aquí os muestro el resultado.
Receta súper fácil: Galletas de avena y semillas
Ingredientes:
100 gramos de copos de avena
1 plátano maduro
1 huevo
1 cucharada de semillas de lino
1 cucharada de semillas de sésamo
1 cucharadita de levadura en polvo
1 o 2 cucharadas de miel (depende de si las quieres más o menos dulces)
Receta:
Lo primero es poner el horno a precalentar a 180 grados, para que cuando terminemos de preparar los ingredientes esté listo para comenzar a hornear las galletas.
Los copos de avena los podéis encontrar en herbolarios, tiendas de productos ecológicos y cada vez más en grandes superficies. La verdad que me quedé sorprendida del precio tan barato que tenían en mi supermercado: el paquete de 500 gramos cuesta 0.90 euros, con lo que no tiene comparación posible con ningún otro cereal o muesli de desayuno. Tenéis que coger la medida de copos de avena y triturarla en la picadora, hasta que quede convertida en polvo.
Después, podéis añadir el plátano cortado en rodajas y volver a picar hasta que veais que se ha convertido en una pasta homogénea.
En un recipiente a parte se bate el huevo y se añade el huevo y se añade la levadura. A continuación, añadimos a este recipiente la pasta del polvo de avena y plátano y batimos a mano para que se mezclen bien los ingredientes. Añadimos la miel ahora también. Yo solo he puesto una cucharada en mi receta y la verdad es que no queda muy dulce. Si os gustan las cosas más dulces y no tenéis miedo a engordar, creo que la receta puede admitir dos cucharadas sin ningún problema. Por últimos, tenemos que agregar las semillas de lino y sésamo a la masa y volver a remover para que se mezcle todo bien.
Para cocer las galletas, lo mejor es colocar una lámina de papel de hornear en la bandeja del horno. La masa de esta receta es bastante líquida, así que con cuidado podemos ir colocando cucharadas de masa sobre la bandeja, teniendo en cuenta de dejar una separación entre una y otra, ya que pueden expandirse un poquito en el horno. Con las medidas que os he dado, deberían salir unas 12 galletas grandes o 18-20 pequeñas.
Una vez listas tenemos que hornearlas a 180 grados durante 15-20 minutos, vigilando siempre para que no se quemen. Una vez cocidas, puedes dejarlas reposar en la rejilla fuera del horno para que se enfríen.
El resultado son una galletas esponjosas, que están riquísimas. La textura final no es crujiente, como la de galletas tipo María, es más parecida a la de estas galletas de chocolate y naranja que comía de pequeña. A mi me han resultado ideales para mojar en el café con leche del desayuno.
Variaciones de la receta de galletas de avena y semillas
Creo que esta receta puede admitir algunas variaciones que tengo intención de probar y compartir en el blog en próximas tandas:
Sustituir la miel por edulcorante liquido. Como las galletas se cuecen por debajo de 190 grados, no creo que haya ningún problema en utilizarlo.
Sustituir el plátano por puré de manzana. Es otra de las opciones que contemplan algunas recetas, pero me daba pereza cocer la manzana antes… otro día será.
Añadir algún otro tipo de semillas. Como las semillas de chía, que están muy de moda. Yo introduje las semillas que tenía en casa de lino y sésamo, que además de su agradable sabor, tienen mucha fibra y omega 3.
Añadir pasas o fruta deshidratada. Estoy segura de que quedan genial y es una forma de aumentar el dulzor de las galletas sin añadir azúcar directamente.
¿Qué os ha parecido esta receta? ¿Os animáis a probar las galletas? ¿Tenéis alguna otra variación que recomendarnos?




